El Titanic, el transatlántico británico de lujo, en su viaje inaugural desde Liverpool hasta Nueva York, había sido considerado insumergible a causa de sus 16 compartimentos estanco. Poco antes de la media noche del 14 de abril de 1912 chocó contra iceberg a 153 km hacia el sur del Grand Banks de Newfoundland, que perforó cinco de los compartimentos, uno más de los que se había estimado en caso de accidente. El Titanic se hundió en menos de tres horas, por lo que de 2.220 que viajaban a bordo, murieron 1.513.
Posteriores investigaciones determinaron que el barco había estado navegando demasiado rápido en aguas peligrosas, que sólo habían previsto botes salvavidas para la mitad de la tripulación y los pasajeros y, que el barco Californian, cercano al lugar del hundimiento, no había acudido al rescate porque su operador de radio estaba dormido.
Estos hechos motivaron reformas tales como la provisión de espacio de los botes salvavidas para cada persona que viajara en el barco y de chalecos salvavidas, una vigilancia internacional del desplazamiento de los hielos polares y turnos de guardia de radio durante todo el día mientras se navega.
En septiembre de 1985, una expedición francesa-estadounidense, mediante un robot sumergible equipado con cámaras de televisión, no encontraron restos ni se fotografió el área.
En julio de 1986 investigadores de Estados Unidos exploraron el Titanic en el sumergible para tres personas, Alvin; hicieron fotos del interior, pero no recuperaron objetos. Al año siguiente un polémico salvamento francés se esforzó en conseguir platos, joyas, monedas y otros utensilios, que en septiembre de 1987 se mostraron en París.